Crema de brócoli

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¿Recetas en Taganana? Así es. Y no, no es un intento por atraer lectores a mi blog. He perdido la ilusión en las visitas (o el desprecio mutuo a la indiferencia) y he asumido alegre la clandestinidad de lo que uno escribe. Mi objetivo es otro: compartir con vosotros (¿o más bien debería usar el singular?) una riquísima crema de brócoli. Esta crema (o textura, si tienes la suerte de usar Thermomix) la probé en casa de mis padres. Le pedí entonces la receta a mi madre, temiendo que luego la perdiera en su maremágnum de papeles (como así ha ocurrido: es ella ahora quien necesita recordarla).

Brujuleando por Internet he dado con la fuente de la misma, o más exactamente una de sus fuentes, porque en mi indagación advierto que el plagio gastronómico es infinito. Parece que las recetas, entendidas como instrucciones de uso para llegar a un fin, no fueran de nadie, y por lo tanto saltaran de un libro a otro o de un blog a otro blog con alegría, sin miedo a estar infringiendo derechos de autor. O bien exactamente lo contrario, es decir, que las recetas pertenecieran a todos, fueran por lo tanto de dominio público, y solamente defendieran su autoría (¡las vindicaran!, horrible verbo) aquellos que justamente las utilizan, e introducen además sus propias variaciones como aportación. Sea como fuere es una suerte poder tener tantos recursos gastronómicos al alcance de uno: se estimula el aprendizaje, se descubre la tarea cansada y a veces ardua que es la cocina, se goza más aquello que se mastica y, en definitiva, se inicia uno en un mundo apasionante, porque el mantel de quien cocina es siempre compartido.

Salvada esta disgresión, como tantas otras curiosa pero innecesaria, me reafirmo en mi cualidad metálica: soy un eslabón más en la cadena de la receta que (pienso) empezó aquí: http://www.greenkitchenstories.com/creamy-broccoli-soup-corn-biscuits/.

Ingredientes:

150 gramos de cebolla blanca
1 diente de ajo (la receta americana debe estar escrita por un dentista: él incluye cinco dientes).
20 gramos (pesado antes de pelar) de gengibre en rama, rallado.
700 gramos de brócoli (lavado y cortado el tallo).
250 mililitros de leche de coco.
750 mililitros de caldo de ave.
1 manzana verde decorativa (en la receta original prepara unas galletas de lentejas: no entiendo muy bien dedicarle más tiempo al acompañamiento que al fondo. Aunque bien pensado es una buena definición de la literatura).

Ahí vamos:

– En un caldero se rehoga la cebolla, el ajo y el jengibre sobre cuatro cucharadas de aceite.
– Volcamos los bonsais de brócoli y los dejamos morir unos minutos. En la receta americana observo que añaden agua hasta cubrir la mezcla, dejando que llegue a ebullición, y después de que el conjunto hierva a fuego lento veinte minutos, retiran 3/4 del agua. En mi receta no puse tanta agua, y tal vez ahí está la clave del resultado.
– Si el extractor no da la talla (y no la da) abrimos la ventana para que se escape ese aroma tan extraño de la planta. Aprovechamos para servirnos una copa de vino.
– Se agrega la leche de coco y el caldo de ave.
– Se tapa el mejunje y se deja unos veinte minutos a fuego lento.
– Finalmente licuamos: bien con brazo de cocina (y el consiguiente temblor en el brazo del cocinero) o bien con las cizallas del monstruo alemán. Entre las dos opciones median mil euros, y bien que se nota. Porque en mi caso, y tras tres procesos de triturado, tengo el brazo contracturado e indeseados grumos en el caldero.
– Para decorar, se puede cortar una manzana verde en forma de barrita. Ya sólo queda llamar a tus amigos vegetarianos, disfrutar cuidándote (oxímoron) y al mismo tiempo, ay, llorar por una buena Big King con triple planta de carne, de oferta en el Burger King por 1,99 euros (así es: ya sólo la hamburguesa vale menos que la lata de coco, pero más que este blog).

2 pensamientos en “Crema de brócoli

  1. Querido Sr Dilla,
    tiene usted razón en lo del libre plagio, pero como adicta consumidora de ese tipo de contenidos, he de decirle que ha hecho añadidos muy agradables…He de discrepar,sin embargo, en la exagerada diferencia entre el uso de la thermomix o no, llegando como dice usted a mil euros. Las humildes cremas de batidora, requieren mucha paciencia a la hora de batir, quedan más gruesas eso sí , pero no quedan grumos. Si quiere demostraciones prácticas, está usted invitado a casa a probar nuestra versión de la crema de calabacin, de calabaza o de brocoli. Siga usted con las entradas sobre recetas,por favor.

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