La amistad

El cuarto y último ejercicio de escritura propuesto por Jorge de Cascante consistía en escribir «400-500 palabras sobre la peor persona del mundo (totalmente subjetivo, puede ser desde el Arropiero hasta el kioskero de vuestra calle) pero procurando que esa persona tan terrible termine cayendo bien, o al menos redimiéndose de alguna forma», y yo, como siempre, haciendo caso omiso (o no haciendo caso del todo) al profesor (y así me fue y así me va y así me irá en la vida), construí un perfil, tan real que parece mentira, de esas personas opuestas a uno y que pensamos albergan lo peor del mundo pero que, en verdad, son buenas o, tal vez sin serlo, son nuestros amigos, igual de imperfectos que uno mismo.

Votaste a Rajoy en 2011 para evitar el hundimiento de España, aunque por si las moscas transferiste a Suiza tus ahorros. Te cuidas, solo fumas cuando bebes y siempre cae un purito en las bodas. Exageras al afirmar que la historia de la música empieza en Bruce Springsteen y acaba en U2, y sin exagerar crees que Mecano es el mejor grupo que ha existido en España. Aunque tu declaración de la renta sale a devolver, te enfurece el destino de los impuestos que no pagas. Eres de natural tranquilo, pero pierdes los nervios si escuchas hablar del impuesto de sucesiones. ¿La moda? Te visten Pedro del Hierro, Adolfo Domínguez, Belstaff, El Potro; los fines de semana, cuando haces copas con amigos, o al ir a misa, prefieres prendas informales, Polo, Barbour, El Ganso. Hablando de misa, consideras que el cura de la parroquia de Sagrados Corazones es muy bueno, y los domingos al mediodía oficia una misa para jóvenes. Gracias a la iglesia contactaste con el proyecto Vacaciones en Paz, y este verano volverás a acoger un niño o niña saharaui. Ríes si te acusan de facha, porque piensas que tu mujer es mucho, mucho más franquista que tú. Si la conversación se complica, tienes un comodín en forma de topónimo: Paracuellos. Durante la pandemia aplaudías a las ocho pero esperando a las cacerolas de las nueve. Eres el primero en felicitarme el día de mi cumpleaños, y además siempre por teléfono, nada de wasaps. Piensas que no hay mejor diversión que un karaoke. También te gusta la Feria de Abril en Sevilla, el Real Madrid y esquiar, aunque este año no hay nieve ni en Andorra ni en Sierra Nevada. Eres igual de alegre que generoso: siempre eres el último en volver a casa y el primero en invitar a todos. Los museos y las charlas te aburren, sean de lo que sean. Si dices no tener nada en contra de algo o de alguien, tras la negación brotará la verdad; no tienes nada en contra del vasco, pero los dialectos deben desaparecer; no tienes nada en contra de los gais, es más, conoces a alguno, pero no querrías que tus hijos lo fueran. Y hablando de idiomas e hijos, tu niña se va a Irlanda el año que viene, a estudiar inglés. Pelayo es aún pequeño; pequeño pero esta semana lo pillaste viendo porno, así que Carlota llamó a Movistar Plus+ para instalar el control parental. Ahora te pajeas en el baño cuando tu familia duerme. Y hablando de cosas de casa, el martes vendrán a cambiarte unos estores y a las ocho hay reunión de propietarios, reunión extraordinaria, para tratar la seguridad de la finca, y es que Carlota se encontró el sábado a un conguito borracho en el portal. Hoy fuiste a un polígono en Carabanchel donde te ahorras veinticinco euros por depósito del X6: un gin-tonic. Te gusta comer, comer bien, comer de mantel y con un buen vino y una buena conversación, comer en restaurantes tradicionales, de mercado, que cuiden el producto. Odias a Adrià sin haber probado nada de él, pero ojo, no estás en contra de la fusión o el avance en la cocina, y de hecho te encanta un restaurante madrileño de comida canalla en el callejón de Puigcerdà, donde se mezcla cocina castiza con platos iberoamericanos, y cuyo ticket medio son cincuenta euros, sin copas. Terminas tus frases con una mueca feliz, y nunca sé si estás de broma o no. En la radio escuchas a Federico porque dice lo que piensa y sin pensarlo. Consideras que el resto de informativos son mierda roja, aunque prefieres decir que están politizados. Pablo Motos es divertido pero cuando hay que ponerse serio y mojarse, el tipo sabe ponerse serio y mojarse. De joven quisiste viajar un año por el mundo, pero eso, de joven. Repites con frecuencia qué te voy a contar, esto es como todo y no me da la vida. Recuerdas perfectamente lo que te pedí sobre la beca de estudios del Santander, aunque estos procesos son como son, así que seguirás presionando y pronto me dirás algo, pero debo contar con la ayuda. Creo que somos amigos porque ninguno quiere ser el otro; buscamos nuestro antagonista para eludirlo mejor. Tras algunas cervezas, tampoco muchas, nos sorprende nuestro parecido. Muchos fines de semana quiero tomarme algo contigo y hoy sábado nos veremos, a eso de las ocho, en el Nuevo Jiménez.

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