En tierra

Sobre el mundo ellos no comprenden nada,
y eso que al mundo un tiempo lo elevaron,
los aeropuertos, que planearon
discretas fugas con vuelta cerrada.

Hoy sus hangares palcos de un teatro
sin función; hoy sus puestos de bebidas
no tienen sed; hoy maletas perdidas
giran en solitario anfiteatro.

Parpadea en el aire nuestra ausencia,
y en tierra un collar de taxis se abrazan
a las vidas que van en conferencia.

Me pregunta el reloj por qué no viajo;
responde un rumor raro de impaciencia,
y este vértigo de habitar abajo.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s